Hasan se sentó junto a mí.
- ¡Me lo tenías que haber dicho Hasan! Le recriminé.
- ¿Y hubieses venido?
- ¡Claro que no!
- Pues...
- Pero ¿porqué tenía que venir?
- Mendoza insistió mucho.
- ¿Porqué, porqué? Volví a insistir.
- No lo sé Fran, creo que era una manera de demostrarte su aprecio.
- ¿Aprecio?
- Sí Fran, Mendoza te aprecia, no me preguntes más porqué. Sabes, mucha gente nos ha pedido venir en nuestras expediciones y Mendoza siempre ha dicho que no. De hecho te ha aguantado muchas más cosas de las que suele tolerar.
- Así que el gran jefe me aprecia. Dije con una media sonrisa.
- Sí Fran y no te rías. Cuando le dije lo de tu móvil se puso en marcha sin dudar un momento y no paró hasta encontrarlo.
- ¡Carai!
- La situación aquí no es muy agradable Fran y lo entiendo pero debes confiar. Hemos salido de pollos peores créeme.
- Está bien, me tranquilizaré. Otra cosa ¿qué es eso de "siento algo muy fuerte"?
- ¡Ah! lo de Héctor.
- Sí lo de Héctor.
- Es electrosensible.
- ¿Electro qué?
- Electrosensible. Es capaz de captar campos magnéticos.
- No me lo creo.
- Pues créetelo.
- Eso no existe.
- Pues vale no existe.
Nos quedamos unos segundo en silencio que aproveché para beber un sorbo. No paraba de ir de sorpresa en sorpresa.
- ¿Y eso? Pregunté finalmente.
- Es una larga historia. Dijo Hasan después de beber también.
- Se acabó la conversación chicos - dijo Mendoza que hasta el momento había estado planeando la estrategia con Héctor- nos vamos abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario