Cuéntanos tu idea Hasan. Dijo Mendoza ya más calmado.
- En el -1 los ventanales tienen unas ventanas pequeñas laterales que pienso que son fácilmente forzables. Podríamos salir sin meter mucho barullo y de manera rápida.
- Muy bine Hasan pero ¿para ir a dónde? Estos ventanales no dan a la calle sino a los tragaluces del bunker.
- A parte de que seremos detectados por el láser sino fritos por él. No nos quieren atacar directamente porque creo que nos están invitando a salir como el vagabundo. Dijo Héctor.
- Yo también lo he pensado Héctor pero no es exactamente así.
- Explícate mejor. Dijo Mendoza.
Se hizo un momento de silencio, Hasan espero que sus compañeros reaccionaran.
- ¡Claro Hasan, el de la grúa! Exclamó Mendoza.
- Ahí estamos. En el de la grúa seguro que no han instalado el láser, no serviría de nada y se puede acceder perfectamente desde la ventana.
- Bien Hasan, pero seguimos sin poder salir. Dijo Mendoza.
- Sí pero podemos subir por la grúa y una vez arriba esperar a que se haga de día y si nos descubren pedir auxilio ¡ni que sea a gritos!
Volvieron a quedarse en silencio. Hasan esperaba expectante la reacción de sus compañeros.
- No es mala idea -dijo Héctor finalmente- aquí dentro somos suyos, nos están enviando constantemente el mensaje de que nos cogerán cuando y como quieran.
- ¿Seguro que los ventanales del sótano son así Hasan? preguntó Mendoza.
- No tengo la menor duda, son ventanas de ventilación típicas de muchos sótanos, también hay en los pisos superiores pero no tantas.
- La verdad, no tenemos ninguna opción mejor -remató Mendoza- pero si nos descubren esta vez nos atacarán sin dudar.
- ¡Pues tendremos que defendernos! Dije yo llegando a la carrera a la zona cero.
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