jueves, 21 de abril de 2016
BIG ONE. CAPITULO 59
Llegamos corriendo y jadeando a la zona cero. Hasan y Héctor ayudaron a Mendoza a sentarse. Había llegado al límite, el dolor de su pierna era ya insoportable.
- ¿Qué ha pasado? preguntó Hasan viendo mi cara de preocupación.
Le expliqué con detalle nuestra acometida.
- ¿Qué habéis hecho qué? Preguntó entre asustado y sorprendido llevándose las manos a la cabeza.
- No sé si lo hemos matado pero si no es así casi. Respondí serenamente.
Se hizo un momento de silencio.
- Vamos a morir. Dijo Héctor recuperando su tono para las ocasiones sórdidas.
Nadie replicó. Todos aceptábamos ya este hecho como cierto.
- Los celayolts no hacen prisioneros. Remató por si quedaba alguna duda.
- Siempre nos queda la posibilidad de despistarlos hasta que se haga de día, no falta tanto. Dije yo intentando activar la última esperanza.
- Tienen tiempo suficiente y además esta vez vendrán a por nosotros. Dijo Héctor.
- Pues si hemos de morir que sea matando. Dijo Hasan mientras salía del almacén con una nueva lanza para Mendoza.
- Sea. Dijo Mendoza mientras se alzaba apoyándose en ella.
En ese momento se oyó un golpe seco proveniente de la puerta frontal de la planta.
- Se acabó la zona cero señores, hay que moverse. Dijo Mendoza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario